Allí, donde los sentidos se estimulan; nace AGUAMALA. Nuestros ajís están cargados de la energía de un lugar aislado, limpio, propicio para la meditación y la contemplación. Su sabor es acorde con una temperatura cálida que permite la perfecta maduración de cada fruto.
Nuestras variedades crecen dentro del verde frondoso del bosque tropical húmedo; ese que trepa montañas y por donde se deslizan vibrantes afluentes, cuyo sonoro caudal… es acompañado por el diurno trinar de los pájaros y el nocturno bullicio de los bichos.